Saliste corriendo del lugar, con la necesidad imperiosa de contarle a alguien lo que había pasado, pero ya en el exterior el aire fresco en la cara y la humedad por la lluvia reciente te ubicaron un poco más en situación.
Ubicada y todo, así entre nos, lo que había pasado era increíble.
Tan increíble que era fácil de pensar que en realidad le había pasado a alguien más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario